Para sabotear una cerradura los delincuentes y ladrones emplean una serie de métodos y técnicas muy popularizadas que han brindado muchos éxitos para sus actos delictivos, sin embargo, con la aparición de los modernos modelos de cerraduras con avanzados sistemas de seguridad el éxito de dichas técnicas ha ido mermando.
Lamentablemente, no todos los hogares cuentan con cerraduras de alta seguridad, por lo que este tipo de métodos para forzar las cerraduras continúan siendo ampliamente empleados y a continuación te explicaremos cada uno de ellos:
Utilizando Ganzúa
Si bien ya existen muchos modelos de cerraduras que cuentan con protección especial para las ganzúas, existen muchos ejemplares que aún continúan siendo altamente susceptibles a estas pequeñas herramientas que los ladrones utilizan con mucha destreza.
Sabotear una cerradura con ganzúa requiere de dos condiciones, la primera de ellas es la destreza y habilidad del ladrón y la segunda es la fragilidad de la cerradura, es por ello que esta técnica es muy empleada para robar viviendas antiguas.
Aplicando el Bumping
La rapidez, eficacia, discreción y pulcritud del bumping lo han convertido en la técnica ideal para los delincuentes ya que pueden forzar con sigilo y en poco segundos todas las cerraduras que no cuenten con protección anti-bumping.
Este modus operandi consiste en la introducción de una llave especial conocida como la llave bumping que encaja en prácticamente todos los cilindros convencionales y que con la realización de unos simples y leves golpes hace saltar los pistones para que puerta abra fácilmente.
Taladrar el cilindro de la cerradura
Teniendo en cuenta que el cilindro representa el eje fundamental de la seguridad de la cerradura, esta pieza representa el objetivo fundamental para el ataque de los ladrones y una de las herramientas más utilizadas para neutralizar la seguridad del bombín es el taladro.
Si el cilindro de la cerradura no está fabricado con materiales de alta resistencia a la fricción y al impacto, o si el mismo se encuentra desprovisto de un escudo de seguridad anti-taladro, este cederá fácilmente cuando se le aplique la presión y fuerza generada por un taladro, logrando de esta forma forzar rápidamente la puerta.
Extractor de cilindro
Los cerrajeros expertos cuentan con una famosa herramienta de forma tubular conocida como el extractor de bombines, el cual le permite a los profesionales poder retirar los cilindros defectuosos para proceder con la instalación del reemplazo pertinente.
No obstante, es importante mencionar que los ladrones han adquirido esta herramienta y le han realizado una serie de modificaciones para poder extraer todo tipo de cilindros. Una forma de evitar ser víctimas de estas herramientas es instalando cilindros de máxima seguridad blindados y bien anclados a la cerradura de la puerta.
Última opción: Romper el bombín de la cerradura
Si ninguno de los métodos, técnicas y herramientas anteriormente mencionadas funciona, el último recurso que poseen los ladrones para forzar una cerradura es arrancar de forma brutal y ordinaria el cilindro para romper el mismo.
Los ladrones utilizan una llave inglesa o cualquier otra herramienta para sujetar el bombín y de esta forma aplican la fuerza necesaria hasta que el cilindro se fragmente a la mitad. La única forma de evitar este tipo de método es instalando escudos que eviten que el ladrón tenga acceso al bombín y puedan sujetar el mismo.